Los electrodos es una característica que diferencia a los tipos de bujías, pero también es la parte que más se desgasta en una bujía.
El desgaste de los electrodos se debe a la erosión (abrasión por las chispas de encendido) y la corrosión (ataques químico-térmicos). Los restos carbonizados de aire y gasolina procedentes de las explosiones se van depositando en los electrodos, esto provoca que la chispa vaya perdiendo intensidad y temperatura progresivamente dando lugar a una mala combustión, menor rendimiento de la gasolina y mayor contaminación.
Cuando la suciedad su acumula hasta el punto que impide la formación de la chispa, el carburante que entra en ese cilindro se desperdicia al no producirse explosión y se llega a perder fuerza motriz. El incremento de consumo, en los motores de gasolina de cuatro cilindros, puede llegar al 20%. El vehículo presentará una marcha vacilante.
Según las condiciones de servicio y la aplicación, se utilizan diversas formas y distintos materiales para los electrodos.
En las bujías de 2, 3 y 4 electrodos, la chispa salta en el electrodo que más limpio está en ese momento, y por lo tanto el desgaste de los mismos va variando de uno a otro, esto produce una mayor duración de la bujía. No tiene otra diferencia importante con las bujías comunes de un solo electrodo de masa.
Una ventaja de las bujías con 2 o más electrodos es que No hay necesidad de calibrarlas porque conforme se van desgastando los electrodos, la chispa va saltando al electrodo más cercano.